En cambio, quienes
están de acuerdo con la opinión del otro 54%, no tienen ningún problema para manifestarlo
y para mostrarles su apoyo, a la vista de todo el mundo.
¿Será que unos son más
valientes que otros, o será que unos se sienten amenazados y los otros no?
Es evidente que, la
falta de libertad y la dificultad que estos trabajadores sienten, a la hora de
emitir una opinión, se debe a la AGRESIVIDAD que demuestran los que tienen la
opinión contraria.
Es evidente que,
mientras unos aceptamos que pueda haber diversas opiniones, otros sólo aceptan
el PENSAMIENTO ÚNICO.
Es evidente que, los
que vivieron en tiempos de la Dictadura, reconocen estos comportamientos y
estos miedos de la gente como síntomas evidentes de que NO EXISTE LA LIBERTAD
DE EXPRESIÓN.
Es evidente que, los
métodos empleados en la asamblea, en la que 10 o 12 personas gritan e intimidan
a los que no piensan como ellos, son más propios de un RÉGIMEN DICTATORIAL, que
de una democracia.
Es evidente que, en TRI
algunos imponen LA LEY DEL SILENCIO.
Quizá deberían hacérselo mirar.